El exguerrillero Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) se encuentra más cerca que nunca del poder en El Salvador. Las encuestas, que acabaron en empate técnico, señalaron a su candidato, el periodista Mauricio Funes, como probable ganador de las elecciones presidenciales de hoy, frente al exjefe de policía Rodrigo Avila, de la gobernante Alianza Republicana Nacionalista (Arena). Cuatro millones de salvadoreños tienen la palabra en las urnas, a donde llega una guerra que no ha cesado en la calle.

Cuando el presidente, Elías Saca, llegó al poder para implantar su Plan Super Mano Dura , la media diaria era de ocho homicidios. Hoy ya son 12 al día. El sueldo base no da ni para la cesta de la compra. Las remesas bajan. Vuelven con la crisis algunos emigrantes; buena parte de ellos pandilleros expulsados de EEUU.

Muchos muertos para un país de 21.000 kilómetros cuadrados y 5,7 millones de habitantes. El Salvador es el país más violento del continente y ostenta la mayor tasa de asesinatos del mundo. La guerra civil de doce años, con más de 75.000 muertos, pesa 20 años después.

POBREZA EXTREMA La polarizada división política es espejo de la situación social. La capital, San Salvador, se moderniza con grandes centros comerciales, pero casi el 40% de la población es pobre. Los emigrantes suman más de dos millones y medio, la mayor parte al norte del río Bravo. Sus remesas son la segunda fuente de ingresos de este país. Cada ocho días, un niño muere de diarrea. Apenas hay un médico por cada 2.500 habitantes.

La mayor parte de los ingresos provienen del sector servicios, mientras que las manufacturas, los textiles y el café elevan las exportaciones a poco más de 3.000 millones de euros al año. En los 20 años que Arena lleva en el poder, El Salvador ha sido fiel aliado de EEUU, país que es su principal socio comercial.