El líder de la oposición italiana, el ultraderechista Matteo Salvini, ha convertido las elecciones de ayer en las regiones de Emilia Romaña y Calabria en un plebiscito contra el reciente Gobierno de coalición del Partido Democrático y el Movimiento Cinco Estrellas (M5S).

Ambas regiones están gobernadas por el centro-izquierda y en particular Emilia Romaña, con capital en Bolonia, está considerada un bastión frente a las derechas desde la Segunda Guerra Mundial, por lo que una victoria del sector ultraderechista sería un importante espaldarazo para Salvini. De momento las encuestas sitúan a la candidata respaldado por Salvini, Lucia Borgonzoni, ligeramente por delante del candidato de centro-izquierda, Stefano Bonaccini.

En Calabria, una región acuciada por la mafia, la corrupción y el paro, la candidata de la derecha es Jole Santelli, de Forza Italia, el partido de Silvio Berlusconi. La izquierda cuenta con Filippo Callipo, mientras que el M5S presenta a Francesco Aiello.

Salvini, líder del partido Liga lleva semanas de intensa campaña electoral y espera lograr con su victoria desestabilizar el gobierno de coalición formado en Roma tras la aparatosa ruptura de su acuerdo de gobierno con el M5S que le llevó a ser ministro del Interior.

«Ganemos y enviemos el aviso de desalojo al Gobierno», ha declarado Salvini, mientras que la coalición se ampara en la necesidad de «hacer». «El gobierno vive de la capacidad de cambiar las cosas. De lo contrario, gana la política de la cháchara. Pero el odio no se puede comer», declaraba el líder del Partido Democrático, Nicola Zingaretti. Por su parte, el M5S ha dejado meridianamente claro que no busca la confrontación política, ya que considera que tiene poco que ganar.

La líder del partido derechista Hermanos de Italia, Giorgia Meloni, aliada de Salvini, ya ha anunciado que «si ganamos, desde hoy pediremos elecciones anticipadas» alegando una disonancia entre la mayoría social y la mayoría parlamentaria que habilitaría al presidente Sergio Mattarella a convocar elecciones, aunque solo si lo considera útil para el país.

El otro gran factor que podría influir en las elecciones es la movilización de ‘Las sardinas’, una iniciativa de corte antifascista que ha removido a la población. El movimiento nació en noviembre en Bolonia, cuando en su primera manifestación logró reunir a unas 12.000 personas para protestar contra Salvini y desde entonces no ha dejado de crecer con concentraciones y manifestaciones en todo el país.

La participación en los comicios de ayer contaron con un porcentaje del 23,67 por ciento hasta las 12.00 horas en Emilia Romaña, el doble que en los comicios anteriores. La votación fue de las 7.00 a las 23.00 horas.