Un Tribunal de la ciudad israelí de Hedera, condenó hoy al Gobierno israelí y a un oficial del Ejército a pagar 520.000 shékels (123.000 dólares, 91.068 euros) a la familia de un joven palestino que murió por disparos de soldados israelíes. Según el Tribunal, el joven no era uno de los objetivos de "la operación militar" y por consiguiente, "el Gobierno es responsable de su muerte".

El joven palestino Mohamed Ali Zier, de 16 años, murió por un disparo cuando estaba en su casa del poblado palestino de Nazlet Zait, en Cisjordania, en octubre de 2006. Según el diario "Yediot Aharonot", soldados israelíes llegaron a esa aldea palestina para interceptar un automóvil en el que viajaban "milicianos que planeaban un ataque suicida" en Israel y en el camino encontraron a un grupo de jóvenes que les lanzaron piedras.

El Ejército trató de dispersarlos y al no lograrlo, efectuó varios disparos al aire y uno de los proyectiles alcanzó la habitación del joven que murió como consecuencia del tiroteo. El Tribunal israelí precisó que el enfrentamiento entre los soldados con los jóvenes palestinos "no representó una amenaza contra la vida de los militares" y agregó que la decisión del oficial israelí de disparar está en contra de las regulaciones del Ejército.