“Ahora que avanzamos con el ELN (Ejército de Liberación Nacional) ¡será una paz completa!”. El presidente colombiano Juan Manuel Santos no solo anunció el inicio de las negociaciones con la guerrilla de inspiración guevarista, sino que conminó a los promotores del 'no' al acuerdo con las FARC a realizar propuestas que puedan ser cumplidas y formularlas en un tiempo prudencial.

Texto pactado para dar inicio a las negociaciones.

“¡Por fin!”, exclamó el diario El Espectador, al comentar la noticia del diálogo entre el Gobierno y los “elenos”. “Con el ELN hemos venido buscando, desde hace cerca de tres años, una negociación para acabar también el conflicto armado con ellos. Y hoy tenemos una buena noticia”, dijo el premio Nobel de la Paz 2016 al anunciar el comienzo de las discusiones el 27 de octubre con el patrocinio de los gobiernos de Venezuela, Ecuador, Cuba, Chile, Noruega y Brasil. La insurgencia se comprometió a liberar a dos secuestrados antes de esas reuniones. “Para que esto se pudiera dar (las negociaciones), fue fundamental que se hubiera iniciado el proceso de liberaciones, de forma que no haya nunca más secuestrados por el ELN en Colombia. Hoy mismo se liberó a un arrocero que estaba en manos de este grupo guerrillero”. Las partes discutirán en principio aspectos relacionados con los mecanismos de participación ciudadana y los gestos humanitarios que se deben dar para ayudar a construir la paz.

El arzobispo de Cali, monseñor Darío de Jesús Monsalve, aseguró a Radio Caracol que entre los compromisos que ha trazado el Gobierno con el ELN para iniciar los diálogos está la libertad de algunos guerrilleros. A ese grupo, añadió Monsalve, le toca impulsar la paz en las ciudades donde tienen mayor influencia. “Si las FARC lo hicieron en el campo con la reforma agraria y la erradicación de los cultivos ilícitos, el ELN lo debería hacer en las zonas urbanas”.

EL FACTOR URIBE

Los especialistas aseguran que antes del triunfo del 'no' en el plebiscito era muy poco probable que el ELN estuviera tan dispuesto a transitar el camino de la paz. De acuerdo con León Valencia, un destacado analista político que fue parte del ELN, lo que ocurrió en el plebiscito cambió el escenario. Han comprendido finalmente que Juan Manuel Santos y Álvaro Uribe no son lo mismo. A diferencia de las FARC, que es una guerrilla militarista, campesina, marxista, con vocación de poder, el ELN, que es más radical en lo ideológico, llega a estas negociaciones sumido en la soledad y con sus frentes sin capacidad de expansión.

TERMINAR CON LA INCERTIDUMBRE

Santos dijo haber adquirido un compromiso con las víctimas de la violencia política de los últimos 52 años y que por ello perseverará en el camino trazado. Son las víctimas, que en su mayoría votaron por el 'sí' en el plebiscito, el “ejemplo de grandeza” en el cual mirarse. En ese sentido, el mandatario consideró que es indispensable salir “pronto de la incertidumbre” resultante del veredicto de las urnas.

Fortalecido por el premio Nobel, Santos dijo que el Gobierno ha decidido mantener el alto el fuego vigente desde el 29 de agosto. Aseguró a su vez que está escuchando “las posiciones de los que votaron 'no'". Resaltó el hecho que las FARC tienen la misma disposición de “entender las distintas preocupaciones, y buscar una salida entre las alternativas que nos ofrecen nuestras leyes y nuestra Constitución”. No obstante, el mandatario exhortó a los impugnadores del acuerdo de La Habana a “obrar con presteza, con rapidez, porque el mayor enemigo que tenemos ahora es el tiempo”.

Santos dijo que en las reuniones que se han tenido hasta ahora “se ha podido constatar que hay temas u objeciones donde, más que diferencias, existen malentendidos” sobre los alcances de lo pactado con las FARC. Finalmente, el presidente instó a los abanderados del 'no' a no presentar “propuestas imposibles” ni a “dilatar” este proceso. El diálogo, remarcó, “debe establecerse partiendo de dos bases fundamentales, realismo y verdad”.

Qué es el ELN

El Ejército de Liberación Nacional (ELN) comenzó a operar en 1964. Entre sus particularidades de época figuran el hecho de que el cura colombiano Camilo Torres Restrepo, pionero de la Teología de la Liberación, formó parte de esa guerrilla, a la que luego se sumaron dos curas españoles, Manuel Perez Martínez y Domingo Laín, quienes tuvieron un especial protagonismo. El ELN ha tenido desde su inicio la marca de la revolución cubana. Esta guerrilla se ha sentado a negociar con el Estado en tres oportunidades, durante los Gobiernos de Ernesto Samper, Andrés Pastrana y Álvaro Uribe. En ninguna de esas oportunidades se ha llegado a buen puerto. Se estima que ese grupo cuenta con unos 1.500 hombres en armas y una cantidad similar de colaboradores.