Después de que varios casos de acumulación de sueldos, derroche y un posible conflicto de intereses hayan salpicado la imagen del Gobierno francés, el presidente Nicolas Sarkozy ha decidido imponer severas normas de austeridad. La primera, anunciada ayer tarde, consiste en suprimir la tradicional garden party del 14 de julio, día de la fiesta nacional, cuyo coste en el 2009 ascendió a 732.826 euros.

Para predicar con el ejemplo, Sarkozy pondrá también fin a la acumulación de sueldos, legal hasta ahora. El caso, que afecta al ministro de Trabajo, Eric Woerth, cuya esposa Florence trabajaba para la sociedad que gestiona la fiscalidad de Liliane Bettencourt, heredera de L´Oréal sospechosa de fraude, se ha resuelto con la dimisión de Florence Woerth. Aunque los cargos no eran incompatibles, el asunto ha generado una polémica sobre un conflicto de intereses.