Ante la multiplicación en China de las protestas antifrancesas, el presidente Nicolas Sarkozy intenta calmar los ánimos con varias iniciativas. El viernes, recibió en el Elíseo a Zhao Jinjun, representante especial del presidente chino, Hu Jintao, y esta semana transmitirá a las autoridades de Pekín dos mensajes. Uno lo llevará el exprimer ministro Jean-Pierre Raffarin, y el otro, el consejero diplomático de Sarkozy, Jean-David Levitte.

Raffarin, exprimer ministro de Jacques Chirac, viajará a Pekín el miércoles, pero antes, hoy mismo, se entrevistará en París con Zhao Jinjun. En su entrevista del viernes con el enviado del presidente chino, Sarkozy renovó su llamamiento "a la reanudación del diálogo entre los representantes del dalái lama y las autoridades chinas", según un comunicado del Elíseo, que anunciaba también futuros contactos para "profundizar" la "alianza estratégica franco-china". La reanudación del diálogo con el dalái lama es la condición que ha puesto Sarkozy para asistir a la apertura de los JJOO.

En su viaje a China, previsto de antemano, Raffarin llevará también un mensaje de Chirac. Por su parte, Levitte visitará Pekín el próximo fin de semana.

Todos estos movimientos diplomáticos coinciden con la extensión en China de las protestas antifrancesas por los incidentes ocurridos en París al paso de la antorcha olímpica. Después de las concentraciones del sábado, ayer hubo otras tres en Xian, Harbin y Jinan, todas ellas ante los supermercados Carrefour, a los que los manifestantes acusan de financiar al dalái lama.