Francia pondrá en marcha en septiembre un plan masivo de instalación de cámaras de videovigilancia para luchar contra el terrorismo. El presidente Nicolas Sarkozy anuncia la medida en una entrevista concedida ayer a Le Journal du Dimanche en la que dice que ha renunciado a ejercer el habitual derecho de gracia en favor de algunos presos, como era habitual con motivo de la fiesta nacional del 14 de julio.

"He pedido a Michèle AlliotMarie, ministra del Interior, que reflexione sobre un vasto plan de instalación de cámaras en nuestra red de transportes públicos. Hay 25 millones de cámaras en el Reino Unido, un millón en Francia. Estoy muy impresionado por la eficacia de la policía británica gracias a esta red de cámaras, y no hay, en mi opinión, ninguna contradicción entre el respeto de las libertades individuales y la instalación de cámaras para proteger la seguridad de todos en los transportes públicos", explica Sarkozy en respuesta a una pregunta sobre la colaboración antiterrorista con Gran Bretaña tras los atentados terroristas fallidos de Londres y Glasgow.

Aunque el presidente no concreta las cifras, un plan masivo requerirá una fuerte inversión. Cada cámara tiene un coste de instalación de entre 25.000 y 35.000 euros. En París solo hay unas 300 cámaras en las calles, mientras que en Londres el número se eleva a 65.000.

CAMBIOS POLITICOS En la entrevista, Sarkozy se refiere a otros aspectos novedosos de su política que, aunque dice que no se "quiere desmarcar de nadie", significan una ruptura con su antecesor, Jacques Chirac.

Entre estos cambios está la supresión de la tradicional conferencia de prensa televisada del 14 de julio --"quiero mantener un diálogo continuo con los franceses", dice-- y la renuncia a la gracia presidencial que desde 1991 se concedía con motivo de la fiesta nacional.

En la campaña electoral, Sarkozy había anunciado que no habría amnistía para las multas de tráfico. "¿Qué lógica habría de no amnistiar las multas y amnistiar a los delincuentes?", se pregunta. Sarkozy rechaza la medida por la independencia judicial y no acepta que el derecho de gracia, que hubiera afectado a 3.000 condenados, se use para "gestionar las prisiones".

Las cárceles francesas están superpobladas. Albergan a 63.000 reclusos, cuando su capacidad es de 50.000 plazas, y el número de internos se calcula que aumentará en 10.000 con la aplicación de la ley, en trámite parlamentario actualmente, que endurece las penas para los reincidentes. En la misma entrevista, Sarkozy justifica de nuevo su hiperactividad --"los franceses no me han elegido para ver pasar los trenes", afirma--; anuncia que el primer ministro, François Fillon, tendrá protagonismo en política exterior, acabando con uno de los "dominios reservados" del presidente, asegura que añorará a Tony Blair y dice apreciar "mucho también" al presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero.

Por otra parte, El Partido Socialista francés se resigna a la oferta que Nicolas Sarkozy ha hecho al dirigente Dominique Strauss-Kahn para que sea candidato a la dirección del Fondo Monetario Internacional (FMI).

COMPETENCIA FINANCIERA En Radio J, el primer secretario, François Hollande, deseó que la propuesta no sea "utilizada con fines de política interior", elogió la "competencia financiera reconocida a escala internacional" de Strauss-Kahn e intentó desligar la candidatura de la propuesta de Sarkozy.