El eje franco-alemán realizó ayer una nueva exhibición de fortaleza. Si el mismo día de su toma de posesión como presidente de la República Nicolas Sarkozy voló a Berlín para estrechar la mano de Angela Merkel, la cancillera alemana le devolvió ayer el gesto. Apenas unas horas después de ser investida de nuevo, Merkel aterrizó en el Elíseo.

"Nuestra voluntad es trabajar unidos, mano a mano", proclamaron los dos mandatarios antes de su cena de trabajo para preparar el Consejo Europeo que se inicia hoy en Bruselas. El jefe del Estado francés anunció "posiciones comunes sobre la casi totalidad de los asuntos". Según fuentes del Elíseo, ambos desean mantener la estrategia común que tan buenos resultados les ha dado. Eso incluye un acuerdo sobre los nombres del presidente y el alto representante de Asuntos Exteriores de la UE.

Para el primero, Sarkozy y Merkel prefieren al exprimer ministro británico Tony Blair frente a la candidatura del luxemburgués Jean-Claude Juncker, al que el presidente francés juzga demasiado "blando". A Sarkozy no le gustó el papel de Juncker en la crisis financiera. En cambio, ve a Blair capaz de liderar su idea de construir una Europa políticamente fuerte y poderosa.

DUDAS POR BLAIR Más reservada, Merkel comparte la simpatía personal por Blair, pero escucha las reticencias de quienes no desean ver al frente de la UE al exdirigente de un país que no forma parte de la zona euro ni del espacio de Schengen. El rechazo de los tories a la candidatura de Blair constituye un elemento de peso para Sarkozy, por lo que no se descarta una tercera vía.

Pocas horas antes, Merkel había sido reelegida por el Bundestag. La única sorpresa fue que nueve diputados de la mayoría no la apoyaran. Especialmente feliz se mostraba el líder liberal, Guido Westerwelle, que ha devuelto a su partido al Gobierno tras 11 años de oposición. El nuevo vicecanciller y ministro de Exteriores ha logrado para su partido las carteras de Economía, Justicia, Cooperación y Desarrollo y Sanidad.

CAMBIOS INSTITUCIONALES Así las cosas, los jefes de Estado y de Gobierno de los Veintisiete comenzarán a preparar hoy en el Consejo Europeo de Bruselas los cambios institucionales de la UE que aportará el Tratado de Lisboa, informa Eliseo Oliveras. Los Veintisiete deberán adoptar la declaración política que permitirá a la República Checa autoexcluirse de la Carta de Derechos Fundamentales. El primer ministro checo, Jan Fischer, aportará la garantía de que con esa declaración el presidente checo, el antieuropeísta Vaclav Klaus, dejará de bloquear la ratificación del Tratado de Lisboa.