Con un discurso populista, como portavoz de "la Francia que sufre" y como si fuera un representante de la oposición más que un miembro del Gobierno, Nicolas Sarkozy hizo ayer en París un llamamiento a "la mayoría silenciosa para que se levante" y le ayude a "construir la victoria" de sus ideas. Pidió el voto de los centristas, a quienes dijo que está dispuesto a "discutir la posibilidad de introducir algo de proporcionalidad en el Senado o en la Asamblea Nacional" sin que peligre la estabilidad del sistema electoral.

El candidato de la Unión por un Movimiento Popular (UMP) protagonizó su gran mitin en París, en un palacio de Bercy con más de 20.000 asistentes, y otros muchos miles que se quedaron en la calle sin poder entrar. Estuvo arropado por todas las personalidades de la UMP y por dirigentes de la Unión por la Democracia Francesa (UDF) que le apoyan. Hasta ayer, 21 de los 29 diputados con que cuenta el grupo encabezado por François Bayrou se habían unido a Sarkozy.

En el otro bando, menudearon ayer los llamamientos para atraer el 18,5% de los votos de Bayrou en la primera vuelta. Royal, en una entrevista a Canal +, dijo que "todas las ideas serán útiles al país" si se convierte en presidenta.