Si Fran§ois Mitterrand fue la "fuerza tranquila", Nicolas Sarkozy quiere ser la "ruptura tranquila". Con esta divisa, el presidente de la Unión por un Movimiento Popular (UMP, derecha) presentó ayer su candidatura a la presidencia de la República.

El anuncio era un secreto a voces, pero la forma de anunciarlo fue preparada cuidadosamente. Sarkozy decidió conceder una entrevista única a 60 diarios regionales con una audiencia potencial de 18,5 millones de lectores, con el objetivo de acaparar por un día todas las portadas.

Pero la apuesta salió mal por dos razones: la entrevista fue realizada por solo seis periódicos, con el consiguiente enfado del resto, y el día anterior el texto se filtró íntegramente a la edición electrónica de Libération, lo que permitió a la prensa de París bromear en sus titulares sobre la exclusiva.

VALORES DE DERECHA Sarkozy define su candidatura como "la elección de una vida", afirma que "se siente con la energía y las ganas de proponer otra visión de Francia", de la que quiere hacer el país "donde todo es posible". Entonces, "los franceses reencontrarán el gusto de vivir juntos". El ministro de Interior reivindica su ideología --"que no se cuente conmigo para un discurso que no sea fiel a los valores de la derecha y del centro", asegura--, pero desliza su idea de la "ruptura", que "no es una crisis", sino "romper con una manera de hacer política", romper "con la idea de que se puede trabajar menos y ganar más, de que, acogiendo a todo el mundo, se puede integrar convenientemente, de que se democratiza la enseñanza bajando el nivel...".

El anuncio de Sarkozy abre la carrera electoral en la derecha, que tendrá otros aspirantes. En el seno de la UMP, es probable la entrada en liza de la ministra de Defensa, la chiraquiana Mich¨le Alliot-Marie. El líder de la centrista Unión por la Democracia Francesa, Fran§ois Bayrou, anunciará mañana su candidatura.