El canciller alemán, Gerhard Schröder, se consideró ayer "honrado" por ser el primer dirigente alemán que participa en las conmemoraciones del desembarco aliado que, forzosamente, para Alemania no tienen la misma significación. Para marcar el acontecimiento, se celebró una ceremonia bilateral Francia-Alemania en el memorial de Caen, donde Schröder subrayó la "responsabilidad histórica" de su país en la guerra y rindió homenaje a los soldados aliados que se enfrentaron a las fuerzas nazis.

"En Alemania, somos conscientes de quién provocó la guerra", dijo el canciller. "Europa ha aprendido la lección, y especialmente nosotros los alemanes", aseguró Schröder, que recordó a los ciudadanos y políticos europeos que tienen "el deber de no dar ninguna otra posibilidad a la guerra, a los crímenes de guerra y al terrorismo".

El canciller alemán fue acogido cariñosamente en cada una de sus apariciones públicas. El propio presidente francés, Jacques Chirac, le dijo que "los franceses le reciben más que nunca como un amigo, incluso como un hermano". Previamente, y a pesar de las polémicas suscitadas en ciertos sectores de su país, Schröder había insistido que el Desembarco era para la Alemania de hoy sinónimo de "liberación" y no de "invasión", terminología usada para definir la derrota alemana.

Pasando revista a los 12 terribles años de dictadura hitleriana Schröder habló de sí mismo, de esa "generación que ha crecido en la sombra". "Hace sólo cuatro años que mi familia localizó la tumba de mi padre, un soldado caído en Rumanía". En el cementerio de Ranville, Schröder se recogió ante las tumbas de 2000 soldados aliados y algunos alemanes. Solo y en silencio, rindió homenaje a los caídos, y ante la tumba de un soldado alemán desconocido. Schröder viajó acompañado de una pequeña delegación que incluía dos resistentes alemanes que participaron en el atentado fallido contra Hitler, el 20 de julio de 1944.

REPUBLICANOS ESPAÑOLES Los grandes olvidados de la conmemoración fueron los republicanos españoles que participaron en el Día D con la denominada Spanish Company Number One que desembarcó con las tropas de Londres y bajo uniforme británico en la playa de Arromanches. Eso sin contar con La Nueve, una compañía de la Segunda División Leclerc, cuyos tanques fueron los primeros en entrar en París. El papel de los españoles en la resistencia y en la liberación de Francia ha sido siempre minimizado o ignorado por los historiadores.