Tanto el eje franco-alemán como la Presidencia y el Parlamento de la UE se enfrentaron ayer a los planes bélicos de EEUU contra Irak, y agudizaron el conflicto con el Reino Unido, que se ha sumado incondicionalmente al despliegue norteamericano. A la cabeza del nuevo frente europeo antibelicista se puso el canciller alemán, Gerhard Schröder, quien reafirmó sus promesas electorales de oponerse a una guerra en Irak.

Schröder se pronunció a favor de una nueva resolución de la ONU previa a un ataque a Irak, pero volvió a dejar abierta la cuestión de si Alemania votará a favor de una resolución para legitimar la guerra contra el régimen de Sadam Husein, ahora que --igual que España-- forma parte del Consejo de Seguridad. Sólo adelantó: "Nuestro voto responderá a nuestra postura fundamental de no participar en la guerra".

"LIBERTAD DE DECISION"

Francia "no aceptará ninguna presión" sobre la crisis iraquí, según aseguró ayer el primer ministro francés, Jean Pierre Raffarin. El primer ministro recalcó que Francia conservará su "total libertad de decisión" y "asumirá todas sus responsabilidades" a la hora de pronunciarse sobre un eventual ataque contra Irak.

Entretanto, la presidencia griega de la UE, la Comisión Europea y todos los grupos políticos del Parlamento Europeo se opusieron ayer con firmeza a una guerra contra Irak e insistieron en el papel inviolable de la ONU como árbitro de la crisis.