El canciller alemán, el socialdemócrata Gerhard Schröder, logró que el Parlamento aprobara ayer una ley para reformar el mercado laboral, que los sindicatos consideran un golpe mortal al Estado del bienestar. La reforma se aprobó con los votos socialdemócratas y de Los Verdes, después de que el canciller amenazase con dimitir si la coalición no apoyaba los cambios.

En la nueva ley, los trabajadores que lleven más de un año en paro (18 meses, en el caso de mayores de 55 años) deberán aceptar cualquier empleo. Los empresarios saludaron alborozados los cambios.