BERLIN. El canciller alemán asumió ayer "personalmente" la contundente derrota electoral de su partido en el Estado de Baviera, pero aseguró que continuará adelante con las reformas estructurales que impulsa para dinamizar la economía que, en su opinión, no son comprendidas por la opinión pública. A tres años de las elecciones legislativas, el jefe del Gobierno y presidente del Partido Socialdemócrata Alemán (SPD) confía en sus fuerzas y en su capacidad para inclinar la balanza a su favor. El dirigente socialdemócrata subrayó que "la gente tiene miedo a los cambios" y que "los beneficios todavía no pueden verse, porque muchas reformas todavía no están en marcha", agregó. Sin embargo, en su partido crecen las opiniones en contra. G. C.