Scotland Yard no variará su consigna de "disparar a matar". El jefe de la Policía Metropolitana, Ian Blair, advirtió ayer de que "alguien más puede ser tiroteado" y correr la misma suerte que el joven brasileño Jean-Charles de Menezes. Las autoridades británicas pidieron disculpas a la familia del inocente electricista, de 27 años, abatido por la policía el pasado viernes, tras ser confundido con un terrorista suicida a punto de actuar. Ian Blair asumió la "total responsabilidad" del mortal incidente, tildó lo ocurrido de "tragedia", pero defendió a los agentes que dispararon, diciendo que su acción no fue un gesto "gratuito".

El máximo responsable de Scotland Yard indicó que la nueva orden de disparar a la cabeza de los sospechosos responde a la aparición por primera vez de terroristas suicidas en suelo británico. "No tiene sentido disparar al pecho, porque es donde puede estar la bomba. No tiene sentido disparar a ningún otro sitio, porque, en la caída, los explosivos pueden estallar. Según la experiencia de países como Sri Lanka, la única manera de enfrentarse a estas situaciones es disparar a la cabeza", declaró Blair a la cadena de televisión Sky News. La estrategia de "disparar a matar" ya fue utilizada extraoficialmente por las fuerzas de seguridad británicas a mediados de los años 80, contra miembros del IRA.

AMORIM, EN LONDRES El Gobierno de Brasil pidió oficialmente explicaciones a las autoridades del Reino Unido, al conocerse la identidad de la víctima. El ministro de Exteriores brasileño, Celso Amorim, se reunió en Londres con el subsecretario de Estado para América Latina, David Treisman, y conversó por teléfono con el ministro de Asuntos Exteriores, Jack Straw. El jefe de la diplomacia británica le prometió una rápida investigación. "Obviamente, lo ocurrido es profundamente lamentable, pero tenemos que darnos cuenta de la intensa presión con la que trabajan los policías", declaró Straw, respaldando la orden de "tirar a matar".

En idéntica sintonía, se manifestaron otros miembros del Gobierno, como el ministro para Irlanda del Norte, Peter Hain, y el responsable de Interior, Charles Clarke, quien ha aplazado sus vacaciones dadas las circunstancias excepcionales que vive el país. "Sólo siento admiración por la forma en que la policía ha hecho su trabajo. Los 3.000 oficiales de las fuerzas de seguridad están trabajando en las más terribles circunstancias para hacer todo lo que pueden para protegernos", dijo Clarke.

MIEDO EN EL BARRIO El gravísimo error policial ha sembrado de desconfianza y miedo el barrio de Stockwell, en el que murió Menezes y donde la policía ha realizado dos detenciones y varios registros en diversas viviendas populares. La diputada laborista de este distrito multirracial al sur de la capital, Kate Hoey, pidió ayer que las fuerzas de seguridad tranquilicen a los residentes y "en particular a los jóvenes musulmanes". "La realidad es que probablemente sospecharon que ese joven era musulmán", señaló Hoey aludiendo a la apariencia del electricista.

Idéntica inquietud expresó Asma Tamimi, de la Asociación Musulmana de Gran Bretaña. "Los que tienen que cazar a los terroristas están atentando contra vidas humanas", afirmó.

NUEVO DELITO Ian Blair indicó que desea la creación de un nuevo delito que castigue "severamente" a las personas que se nieguen a desvelar las claves secretas de los ordenadores, cuya información se esté investigando. Además, el Gobierno británico se propone tipificar como delito todos los actos de preparación, glorificación e incitación a actividades terroristas.