La policía británica intentará evitar más errores pero seguirá disparando a matar. Scotland Yard ha revisado sus métodos tras la polémica surgida a raíz de la muerte del joven brasileño Jean- Charles de Menezes a manos de uno de sus agentes, pero reconoce que no hay alternativa alguna a esta política. "Ha habido un pequeño número de cambios", dijo ayer una portavoz.

Desde hace dos años, los comandos antiterroristas tienen la orden de disparar a la cabeza cuando se enfrenten a un posible terrorista suicida que ponga en peligro la vida de más personas. Ahora, las dudas sobre los riesgos de esta estrategia han aumentado en el seno de Scotland Yard, según afirmaron fuentes policiales citadas ayer por el periódico The Guardian , que sin embargo reconocieron que no hay otras opciones.

REFLEXION "SERIA" Un responsable de la Asociación de Jefes de Policía explicó que la revisión se está planteando "de manera muy seria" ante la creciente preocupación de que los agentes puedan volver a fallar y matar de nuevo a un inocente. Por eso se están buscando soluciones para reducir el riesgo, como la posibilidad de usar armas no letales que incapaciten al sospechoso en vez de matarlo. Además, los mandos policiales se plantean definir mejor la cantidad y el tipo de información necesaria para que los agentes tomen la decisión de apretar el gatillo.

En el caso del brasileño De Menezes, que recibió siete tiros en la cabeza y uno en el hombro en un vagón de metro tras ser confundido con un kamikaze, existe todavía confusión sobre quién dio la orden de matarlo, si es que la hubo. Tampoco se sabe lo que llevó a los agentes a pensar que el joven suponía un peligro.

El jefe de Scotland Yard, Ian Blair, ha sido muy claro al defender esta política. "Los métodos que estamos utilizando parecen la opción menos mala --ha dicho--, y mantengo la postura de que debemos continuar con ellos". Sin embargo, cada día aumenta la presión sobre el Gobierno para que ponga en marcha una investigación pública sobre esta estrategia.

Por otro lado, Scotland Yard también tuvo que salir al paso de una información publicada ayer por la prensa británica según la cual la policía ofreció una compensación de un millón de dólares (822.843 euros) a la familia de De Menezes.