El jefe de Scotland Yard, Ian Blair, defendió ayer la profesionalidad de los agentes preparados para emplear la técnica de disparar a matar, como la que causó la muerte del inocente brasileño Jean-Charles de Menezes. Blair reveló que desde los atentados del 7 de julio ha habido siete ocasiones en que los policías han tenido que decidir sobre la marcha si se enfrentaban o no a un terrorista suicida y actuar en consecuencia.

"Ha habido 250 incidentes desde el 7 de julio, en los que hemos considerado si estábamos ante terroristas suicidas y siete veces en las que ha faltado poquísimo para decidir que lo eran. Pero no lo hicimos. Es un juicio de profesionales", declaró Blair a la cadena Channel 4.

"Hay terroristas suicidas sueltos y tenemos un trabajo que hacer", añadió. Las autoridades británicas incluyeron la táctica de disparar a matar en sus patrones de comportamiento seis meses después de los atentados del 11 de septiembre del 2001 en EEUU. La decisión la debe tomar un alto mando.

"Creo que la mayoría de la gente entiende que la policía no puede correr riesgos y tenemos que apoyarles", señaló, por su parte, el primer ministro, Tony Blair. El premier prometió una guerra sin cuartel contra la violencia islamista. "No cederemos un milímetro ante el terrorismo", señaló, e insistió en que Irak no es la causa de los atentados de Londres.

A su entender, la batalla debe librarse contra los autores de los ataques y contra quienes sustentan esas acciones ideológicamente. "No vamos a resolver este problema, que tiene unas raíces muy profundas, hasta que no nos enfrentemos a esa gente, no sólo en sus métodos, sino también en sus ideas", indicó Blair. El 11 de septiembre del 2001 fue para el líder británico "el despertar" a una nueva realidad. El problema, afirmó, es "que mucha gente se despertó durante un cierto tiempo, pero luego se dio la vuelta y se volvió a dormir".

BLAIR GANA POPULARIDAD Reconfortado por los sondeos de popularidad, que le daban ayer 5,55 puntos frente a los 5,07 de enero, el jefe del Ejecutivo británico se reunió con la oposición para discutir las nuevas medidas terroristas. Entre las partes han comenzado a aflorar las primeras divergencias.

Tanto el conversador Michael Howard, como el liberal demó- crata Charles Kennedy, se mostraron predispuestos a autorizar el uso de grabaciones telefónicas como pruebas judiciales. Ambos parecerían, en cambio, reticentes ante la idea de extender el tiempo de detención de los sospechosos de dos semanas a tres meses, como quiere el Gobierno.

El Jefe de Scotland Yard, explicó anoche que en una investigación como la de los atentados, la prolongación es necesaria. "Catorce días no es suficiente en este tipo de casos", subrayó.