EEUU no pretende mantenerse "en permanente conflicto", ahora que ha acabado la operación militar en Irak, pero espera que "el efecto de la guerra sea la demostración de que no es buena idea tener armas de destrucción masiva, estar en una lista de terroristas o tener relaciones con redes terroristas", dijo ayer el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld.

Recién llegado de su gira por Oriente Próximo, donde Siria aparece como el siguiente país en el punto de mira de Washington, el jefe del Pentágono se mostró convencido de que encontrarán las armas de destrucción masiva que, según la Casa Blanca, poseía Sadam, aunque para ello hará falta la cooperación iraquí. De momento, la cúpula militar o civil del depuesto régimen no parece dispuesta a ayudar. Según Rumsfeld, el exviceprimer ministro Tarek Aziz, el miembro iraquí de mayor rango arrestado por EEUU, "no está cooperando y no sabe cómo decir la verdad".

El secretario de Defensa dijo que el dictador iraquí, Sadam Husein, "será encontrado, si está vivo". Rumsfeld añadió que tanto Sadam como sus hijos y sus directos colaboradores "están en un túnel en algún sitio, o escondidos en un sótano", aseguró en las televisiones Fox y CNN.

Mientras, un dirigente del Partido Democrático del Kurdistán (PDK), Jasru Kuran, informó ayer de que Ezat Ibrahim y Taha Yasin Ramadan, segundo y tercer hombres del derrocado régimen de Sadam, se encuentran en la ciudad de Mosul, en el norte de Irak.