El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, comenzó hoy una visita sorpresa a Afganistán en la que tiene previsto reunirse con el presidente afgano, Hamid Karzai, así como con otros miembros del Gobierno y con representantes de la sociedad civil, informó en un comunicado la Alianza Atlántica.

La visita se produce después de que la OTAN informase el sábado de que soldados de su misión en Afganistán, la ISAF, son responsables de la muerte accidental de dos niños afganos durante una operación que se llevó a cabo en el distrito de Shahid-e Hasas, en la provincia de Uruzgan (sur al país), el 28 de febrero.

El comandante de la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad (ISAF), el general Joseph Dunford, ofreció personalmente sus disculpas y su pésame a las familias de los fallecidos.

Karzai condenó igualmente la muerte de los niños e instó a la Alianza Atlántica a combatir el terrorismo "más allá de las fronteras de Afganistán", en clara alusión a Pakistán.

El mandatario afgano subrayó que "el extremismo no está en las aldeas de Afganistán" y pidió a las fuerzas internacionales que "presten atención a los verdaderos bastiones del terrorismo".

La muerte de civiles en acciones armadas aliadas es uno de los puntos de mayor fricción entre la OTAN y el Gobierno de Afganistán, que en febrero ya pidió a su Ejército que no vuelva a solicitar apoyo aéreo de la ISAF en operaciones en zonas habitadas.

Las tropas extranjeras comenzaron en 2011 a retirarse progresivamente del país asiático y a transferir el control de la seguridad a las fuerzas afganas.

Este proceso, que debe concluir en 2014, tiene lugar en medio de una de las fases más sangrientas de un conflicto que ya dura más de una década desde la invasión estadounidense y caída del régimen talibán a finales de 2001.