Un grupo de hombres armados secuestró ayer a dos diplomáticos argelinos en Irak, en un nuevo acto de violencia contra los países árabes que mantienen abiertas sus embajadas en Bagdad. Los rehenes son el encargado de negocios y jefe de la misión diplomática, Alí Belarussi, quien llegó a Irak hace dos años, y su asistente y también diplomático Azzedin Belkadi. El secuestro se ha producido dos semanas después de que Al Qaeda asesinara al embajador egipcio, Ihab al Sharif, que días antes había sido secuestrado también en la capital iraquí.

Los secuestradores, que se desplazaban en dos turismos, interceptaron el vehículo de los diplomáticos en el barrio de Mansur, sede de la mayor parte de las embajadas que hay en Bagdad. Los captores los metieron por separado en los maleteros de los dos coches y se dieron a la fuga. El Ministerio de Exteriores argelino confirmó poco después el secuestro y anunció que ha creado una "célula de crisis", mientras que fuentes del Gobierno dijeron que Belarussi y Belkadi se limitaban a asegurar una "presencia diplomática simbólica".

CUARTO ATENTADO Es la cuarta ocasión en menos de un mes que los grupos armados atacan a diplomáticos en Irak. Además del asesinato del embajador egipcio, un representante de Bahrein resultó herido en una emboscada, mientras que el embajador de Pakistán salió ileso de otro atentado. Las autoridades iraquís temen que esta ola de ataques obligue a muchos países a sacar de Irak a sus diplomáticos, tal y como desea el grupo que lidera el terrorista jordano Abú Musab al Zarqaui.

En otros actos de violencia, ayer murieron en el país 15 personas, casi todas policías.

La televisión Al Arabiya, entretanto, divulgó ayer un nuevo vídeo en el que aparece Sadam Husein sentado frente a un magistrado del tribunal especial que deberá juzgarle por crímenes contra la humanidad. En la cinta, de unos 18 minutos, el dictador interrumpe de forma airada en varias ocasiones al magistrado mientras le lee los cargos que se le imputan.

"¿Qué clase de tribunal es éste en el que el acusado no se reúne con su abogado salvo en las sesiones de la investigación?", pregunta Sadam. "Soy un detenido y esto parece un juego. Estoy detenido por el nuevo Gobierno, que fue designado por los estadounidenses". En este caso, los cargos contra Sadam se refieren a la expulsión de Irak y la confiscación de bienes de miles de shiís en 1980, antes de la guerra contra Irán.