Seis trabajadores de la organización Médicos sin Fronteras de Bélgica, tres de ellos extranjeros, fueron secuestrados en Darfur, en el oeste de Sudán, anunció hoy la misión conjunta de la ONU y la Unión Africana en Darfur (UNAMID). Según el portavoz de la UNAMID, Nuraldin Masni, que no facilitó la nacionalidad de los trabajadores extranjeros, uno de los empleados sudaneses de la organización fue liberado posteriormente.

Masni aseguró en una conversación telefónica desde Al Fasher, capital de Darfur Norte, que los trabajadores de Médicos sin Fronteras fueron secuestrados ayer en Sharf Umra, una zona situada a 200 kilómetros al oeste de esta localidad. Por su parte, el portavoz del ministerio de Exteriores sudanés Ali Sadeq condenó desde Jartum el secuestro y lo calificó de "acción atroz".

Sadeq subrayó que el Gobierno sudanés hará todo lo que esté en sus manos para liberar a los rehenes, e hizo hincapié en el compromiso del Ejecutivo de proteger a los trabajadores de las ONG que realizan sus labores en suelo sudanés. Este anuncio se produce después de que el pasado 4 de marzo la Corte Penal Internacional emitiera una orden de arresto contra el presidente sudanés, Omar Hasan al Bachir, por crímenes de guerra y lesa humanidad por su supuesta vinculación con el conflicto de Darfur.

Ese mismo día, Al Bachir decretó la expulsión de una decena de ONG extranjeras que trabajan en Sudán, entre ellas las secciones de Médicos sin Fronteras de Francia y Holanda.

El conflicto de Darfur se inició en febrero de 2003 cuando dos grupos insurgentes, el Movimiento de Justicia e Igualdad (MJI) y el Movimiento para la Liberación de Sudán (MLS), se levantaron en armas contra el régimen de Jartum en protesta por la pobreza y la marginación que sufrían los habitantes de esta región.

Desde el inicio del conflicto, cerca de 300.000 personas han muerto y otros dos millones y medio se han visto obligadas a abandonar sus hogares, según cálculos de la ONU.