Seguidores del depuesto presidente, Manuel Zelaya, volvieron hoy a concentrarse en la Universidad Pedagógica de Tegucigalpa en lo que han calificado como "acto de desafío" al decreto del Gobierno de facto que suspende varias garantías constitucionales desde el sábado.

Rodeados de nuevo por un fuerte cerco policial aunque en un clima de menor tensión, cientos de personas se reunieron sin incidentes en el punto en que los seguidores del presidente derrocado han comenzado habitualmente las marchas desde que Zelaya fue derrocado en el golpe de Estado del pasado 28 de junio.

El dirigente popular Juan Barahona, uno de los líderes del Frente Nacional de Resistencia contra el Golpe, indicó a Efe que "salir a la calle, en donde sea, es hoy un desafío al decreto". "Vamos a continuar la resistencia saliendo a las calles, porque lo que pretenden es que no salgamos y no lo van a conseguir", dijo el dirigente al reconocer, no obstante, que hoy hay menos tensión que en la víspera.

SIN GARANTÍAS CONSTITUCIONALES

El Gobierno de facto de Honduras suspendió durante 45 días las garantías constitucionales con un decreto publicado en La Gaceta, diario oficial, el sábado, y difundido por las autoridades de facto el domingo, que restringe las libertades de circulación y expresión, y prohíbe las reuniones públicas, entre otras medidas.

Con la imposibilidad de manifestarse por las calles, Barahona señaló que esta semana van a seguir con este tipo de protestas y la próxima decidirán qué nuevas medidas adoptar, ya que no cree que el presidente de facto, Roberto Micheletti, retire el decreto a pesar de haber anunciado que consultará con otros poderes esa opción.

"La gente ha perdido el miedo, pero toma precauciones juntándose y manteniendo el ánimo", indicó por su parte Wilfredo Cardona, dirigente de una organización social que trabaja con colectivos indígenas. Cardona destacó que se está insistiendo en que no "se debe provocar ningún enfrentamiento con la policía. El mensaje es que no entremos en la violencia", dijo.