Será recordada como la venganza de Ferragosto. Seis italianos, de edades comprendidas entre 17 y 39 años, fueron acribillados a balazos y rematados con un tiro en la cabeza en la madrugada de ayer en Duisburgo (Alemania), después de haber celebrado la mayoría de edad de uno de ellos. Se trata del último capítulo de una matanza en serie que, en 16 años, se ha cobrado 15 víctimas de dos ´ndrinas , nombre que se da a los clanes de la ´Ndrangheta. Es también la primera vez que la mafia de la región de Calabria, considerada una de las más poderosas del mundo, actúa fuera de casa y con tanta espectacularidad.

Eran las dos y media de la madrugada cuando la policía de esta ciudad de la cuenca del Rühr fue advertida por un transeúnte de que dentro de dos coches abandonados cerca de la estación de trenes había varios cadáveres. La policía descubrió que los cadáveres eran seis y que eran italianos. Todos estaban desarmados y presentaban un impacto de bala en la cabeza, que en el código criminal significa un tiro de gracia.

A la llegada de la policía, una de las víctimas se encontraba todavía con vida, pero falleció sin haber podido hablar, según reveló Heinrich Rotering, portavoz de la policía local. La misma fuente añadió que nunca en Duisburgo, donde viven muchos calabreses, había tenido lugar una matanza relacionada con la mafia. De acuerdo con los ficheros de la Interpol, los asesinados pertenecían a un clan de la ´Ndrangheta y tres de ellos residían en Alemania.

Heinz Sprenger, jefe de la sección de Homicidios, dijo que los muertos se habían reunido ayer en una pizzería de Duisburgo para celebrar los 18 años de Tommaso Venturi. Las otras víctimas fueron Franco y Marco Pergola, de 22 y 20 años; Marco Marmo, de 25; Sebastiano Strangio, de 39; y un sexto, cuya identidad no ha sido difundida por tratarse de un menor, que habría cumplido los 18 años dentro de 10 días.