El Ejército alemán utilizará 600 soldados para garantizar la seguridad durante la próxima cumbre de la OTAN, que se celebra en abril en las ciudades fronterizas alemanas de Baden-Baden y Kehl y la francesa Estrasburgo, según informó hoy un portavoz del Gobierno en Berlín.

Los soldados serán expertos en temas sanitarios y especialistas en defensa antinuclear, bacteriológica y química. Para esta cita, que celebra la Alianza Atlántica para conmemorar el sesenta aniversario de su fundación, se han extremado de forma considerable todas las medidas de seguridad.

De hecho, sólo para las fuerzas alemanas se han reservado 14.000 camas en 300 hoteles del área de Baden-Baden y Kehl. La razón es que, según la policía alemana, se prevé la asistencia de hasta 3.000 manifestantes dispuestos a cometer actos violentos durante la cumbre de la OTAN.

Asimismo, las autoridades han contabilizado hasta ahora 180 reuniones preparatorias de activistas de extrema izquierda y estiman que a ambos lados del Rhin, en las tres ciudades, se congregarán unos 25.000 activistas para manifestarse.

Por otra parte, las fuerzas aéreas colocarán aviones de reconocimiento tipo AWACS para vigilar el espacio aéreo durante el encuentro, y las fuerzas policiales preparan a cerca de 15.000 agentes.