La reñida campaña electoral estadounidense entró ayer en una semana decisiva que podría acabar con el empate en los sondeos entre los dos rivales que se disputan la Casa Blanca, el presidente George Bush y el senador demócrata John Kerry. La primera ocasión que tendrán ambas candidaturas para abrir diferencias es el debate que esta noche debe enfrentar a Richard Cheney y a John Edwards, aspirantes a vicepresidente, aunque la prueba decisiva llegará el viernes, cuando Kerry y Bush se enfrenten en nuevo cara a cara televisado.

A menos de un mes de las elecciones, un nuevo sondeo realizado por Gallup para la cadena CNN y el diario USA Today estimó en un 49% el apoyo a cada uno de los dos adversarios presidenciales. Sin embargo, Kerry aventaja a su rival cuando se pregunta quién puede gestionar mejor la economía del país, pues obtiene la confianza de un 51% de los votantes, frente al 44% que logra Bush. Esta ventaja constituye una noticia positiva para el candidato demócrata, dado que los dos debates entre Kerry y Bush que quedan se centrarán en temas de política interior, particularmente los que afectan al bolsillo del ciudadano.