La de ayer fue una jornada frenética en el Senado, con celebraciones para los colectivos homosexuales y decepciones para los defensores de los inmigrantes. Los legisladores demócratas lograron los votos para acabar con la política conocida como Don´t ask, don´tt tell (No preguntes, no digas) que impedía a gais y lesbianas servir abiertamente en el Ejército, mientras que los republicanos bloquearon una propuesta de ley para abrir el camino para legalizar a miles de jóvenes indocumentados.

Por 65 votos a favor y 31 en contra, la Cámara alta enterró ayer una directiva del Pentágono aprobada a principios de los 90 durante la Administración Clinton.Barack Obama calificó la decisión de "histórica". Esta política, dijo el presidente, mina la seguridad nacional y viola los derechos de hombres y mujeres que arriesgan su vida para defender el país. "No volveremos a denegar el servicio a miles de patriotas obligados a abandonar el Ejército por su condición sexual".

Poco antes el presidente se mostró "profundamente decepcionado" después de que la oposición republicana frenara otra propuesta llamada Dream Act para legalizar la situación de miles de jóvenes sin papeles que llegaron al país junto a sus padres siendo niños. "Es increíble que una minoría haya bloqueado la ley", dijo el presidente, quien subrayó que seguirá trabajando para cumplir con una de las principales promesas de campaña.

Horas antes de las votaciones Obama volvió a presionar a los senadores para ratifiquen el tratado de reducción de armas nucleares con Rusia y volvió a hacerlo apelando al espíritu de Ronald Reagan. El presidente insistió en que el tratado START es "esencial" para la seguridad del país, y no ratificarlo amenazaría los avances en la relación con Rusia, mientras que los republicanos creen que el acuerdo limitaría los sistemas ofensivos y defensivos de EEUU.