Romano Prodi sobrevivió y Silvio Berlusconi se quedó solo y con un probable ajuste de cuentas entre los partidos conservadores. Después de meses en los que el líder conservador anunciase repetidamente "empujones, derribos y traiciones" que harían caer al Gobierno, el Senado italiano aprobó en la noche del jueves los presupuestos del Estado.

La propuesta obtuvo solo cuatro votos de margen, dos más que la mayoría progresista, pero suficientes para que Prodi siga adelante. "Aquí estamos y desde aquí trabajamos para Italia. Berlusconi debería reconocer que se ha equivocado", afirmó el primer ministro. Superado el escollo de los presupuestos en el Senado, Prodi tiene ante sí el desafío de renovar la coalición que le apoya.