La terrible masacre de una veintena de niños en Newtown (Connecticut) azotó las conciencias de EEUU y alteró decisivamente el debate sobre el control de armas. Esa era al menos la teoría esgrimida por la Casa Blanca, reflejada, en gran medida, en las encuestas. Pero en la práctica nada o casi nada ha cambiado.

El Senado ha rechazado este miércoles la parte más sustanciosa de la ley para endurecer los controles de armas, una enmienda que hubiera obligado a todos aquellos que compran pistolas y fusiles a través de Internet o de las ferias del ramo a someterse a una supervisión de su historial policial y psiquiátrico. Es decir, para dificultar que caigan en manos de criminales y enfermos mentales.

Tras el recuento de la votación, dos espectadoras de la gradería han gritado: "Sois una vergüenza". Una de ellas era Patricia Maisch, la heroína que le arrebató un cargador a Jared Loughner hace dos años en Tucson (Arizona), impidiendo que matara a más personas. Seis murieron y la congresista Gabby Giffords quedó gravemente herida. en Arizona. "Son una vergüenza para este país. No tienen compasión ni les importan las personas que han sido arrancadas brutalmente de sus familias", ha dicho después a la prensa.

Bofetada a los padres de las víctimas de Newtown

Este desenlace no solo es una bofetada para muchos de los padres de las víctimas de Newtown, que han hecho campaña por la ley reuniéndose en Washington con decenas de congresistas. También es un golpe para las aspiraciones legislativas del presidente Barack Obama en este segundo mandato y una falta de respeto para los casi nueve de cada 10 estadounidenses que apoyaban la reforma.

A favor han votado 54 senadores y 46 en contra, pero la propuesta tenía que superar el umbral de los 60, después de que los republicanos lograran la semana pasada impedir que pudiera ser aprobada por mayoría simple.

Solo cuatro republicanos la han respaldado, mientras cuatros demócratas se han opuesto, todos ellos legisladores de estados con una importante población rural que se juegan la reelección el año que viene y que, a ojos de los analista, no han querido granjearse la oposición de los lobis de las armas y sus partidarios.

Enfado de Obama

Menos de una hora después de la votación, Obama ha aparecido junto a la Casa Blanca rodeado de algunos de los familiares de las víctimas de Newtown. Con gesto grave y un enfado evidente en sus palabras, ha cargado contra la Asociación Nacional de Rifle, contra los conservadores y una clase política que ha vuelto a desdeñar a la opinión pública. Pero no ha querido tirar la toalla. "Creo que tarde o temprano vamos a conseguirlo. La memoria de estos niños lo exige y también el pueblo estadounidense", ha dicho.

Actualmente solo los compradores que adquieren armas en armerías legales tienen que pasar un control. Esas ventas representan solo el 60% del total, lo que deja fuera la compraventa entre particulares, por Internet o en las miles de ferias de armas que se celebran cada año en el país.