Los esqueletos de los tres edificios que formaban el Ministerio de Defensa, en el centro de Belgrado, siguen ahí, con sus boquetes, sus fachadas ennegrecidas y su amasijo de hierros retorcidos. Están como quedaron después de ser bombardeados por la OTAN durante la intervención militar de 1999, que puso fin al genocidio en Kosovo y sentenció el futuro de la provincia, ahora proclamada Estado independiente. Lo mismo ocurre, unas calles más allá, con lo que fue la sede de la televisión serbia. A pesar del tiempo transcurrido, no se ha procedido a la demolición de estas construcciones medio en ruinas: sirven de recordatorio y se erigen como símbolos de un pasado turbulento que Serbia se resiste a dejar atrás.

Este domingo, con las elecciones legislativas anticipadas, tiene una oportunidad para empezar a hacerlo. Varias son las fuerzas políticas en liza, pero en el fondo compiten dos modelos de país: el que quiere avanzar hacia un futuro que tiene como objetivo la integración en la Unión Europea y el que se aferra al orgullo nacional herido, prefiere la relación con Rusia y no le importa volver al aislamiento que caracterizó la era de Slobodan Milosevic en los 90.

El trabajo no puede esperar, rezaba la enorme pancarta que presidía el miércoles el estrado en la céntrica plaza de la República de Belgrado, donde el Partido Democrático (DS), que dirige el presidente serbio, el europeísta Boris Tadic, celebró el mitin final de la campaña, que se cerró ayer. Los asistentes --menos de 10.000-- enarbolaban tantas banderas de Europa como de Serbia.

Tadic ha presentado estas elecciones como un referendo sobre el futuro europeo de Serbia. El nombre de la coalición que el DS ha constituido con otras formaciones liberales más pequeñas --Lista para una Serbia europea-- no deja lugar a dudas. Como tampoco el eslogan electoral, Por una Serbia europea , que está en todas las vallas y carteles de la coalición. Este es el mensaje central.

"OBJETIVO HISTORICO" "Serbia en Europa es un objetivo histórico y, porque creemos en esta idea, vamos a triunfar. Nadie va a impedirnos alcanzar este objetivo. Tenemos la obligación, por el futuro de nuestros hijos", gritó Tadic en el mitin, entre el aplauso entusiasmado de sus seguidores. El presidente serbio, que ha recibido amenazas de muerte por haber firmado el Acuerdo de Estabilización y Asociación con la UE, dijo querer "mirar a los ojos a esta gente que me amenaza".

En el barrio de Zemun, en las afueras de Belgrado, está muy bien representada la otra Serbia, la que no quiere ni oír hablar de Europa. Ahí está la sede del Partido Radical de Serbia (SRS). Al entrar, una se topa con un póster de Vojislav Seselj --el líder del partido que está siendo juzgado por el Tribunal Penal para la antigua Yugoslavia por crímenes de guerra-- con el eslogan Detened la tiranía del tribunal de La Haya , en inglés, francés y serbio.

"¿Cómo quiere que nos asociemos con la UE si la UE modifica las fronteras de Serbia y ha sido la primera en reconocer la independencia de Kosovo?", declara a este diario Tomislav Nikolic, que dirige ahora el partido. Al recordarle que España no ha reconocido a Kosovo, espeta: "Solo por sus propios intereses".

El SRS, que según las encuestas aventaja en un punto (34%) a la coalición de Tadic (33%) también plantea las elecciones como un referendo, pero sobre Kosovo. Al igual que lo hace el Partido Democrático de Serbia (DSS) que dirige el primer ministro, Vojislav Kostunica, antes aliado con Tadic y ahora enemigo acérrimo del presidente.