El presidente serbio, Tomislav Nikolic, ha asegurado que su país tiene como prioridad adherirse a la Unión Europea (UE), pero que no está dispuesto a aceptar por ello todo lo que se le impone en las negociaciones para normalizar su relación con Kosovo, que se retoman hoy en Bruselas.

"Está claro que hay un límite que Serbia no puede pasar, y es la extensión de las instituciones de Pristina a todo el territorio de Kosovo y Metohija, sobre todo a cuatro municipios en el norte (de mayoría serbia), porque eso significaría que los serbios desaparecen de esas zonas", dijo Nikolic a la emisora de televisión Hepi TV.

La reunión de hoy, con la intermediación de la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, es un nuevo intento de acercar posturas sobre un acuerdo para la autonomía para los serbios en Kosovo.

Tras ocho encuentros, este diálogo se cerró sin acuerdo el pasado día 2, y días después Serbia rechazó una oferta de Bruselas porque no daba a los serbios competencias en los ámbitos de Justicia y la Policía.

Nikolic reconoció que es importante que Serbia tenga cuanto antes una fecha de inicio de las conversaciones de adhesión a la UE, aunque no al precio de tener que aceptar "todas las renuncias que se le imponen".

Avanzar en el diálogo con Kosovo es la condición principal exigida a Serbia por la UE para obtener una fecha de inicio de las negociaciones de ingreso en el club comunitario.

En 2008 Kosovo declaró de forma unilateral su independencia de Serbia, un estatus que ha sido reconocido por Estados Unidos y la mayoría de socios de la UE pero no por potencias como China y Rusia.