Los ciudadanos de Serbia se enfrentan hoy a la disyuntiva de elegir entre el camino que lleva a la integración en la Unión Europea o convertirse en un paria para las democracias occidentales y estrechar sus vínculos con Rusia, su aliado tradicional.

El dirigente ultranacionalista Tomislav Nikolic y el actual presidente del país, el reformista y europeísta Boris Tadic, encabezan las encuestas para las elecciones presidenciales, de las que hoy se celebra la primera vuelta y que marcarán la orientación que adoptará Belgrado en el futuro. Todo esto, con la crisis de Kosovo de fondo.

En realidad, son nueve los candidatos que compiten en las urnas, pero solo Nikolic y Tadic parecen tener posibilidades de pasar a la segunda vuelta que se celebraría el próximo 3 de febrero, en el más que probable caso de que ninguno de los aspirantes logre hoy la mayoría absoluta.

Los escasos sondeos realizados indican un apretado pulso entre Nikolic y Tadic. El último, realizado por el Centro para las Elecciones Libres y la Democracia (CESID), otorgaba a Nikolic un 21% de los votos, frente a un 19% para Tadic. Sin embargo, un 16% de los electores se declaraban todavía indecisos y un 33% aseguraba que no iría a votar. El CESID es una organización independiente que vela por la limpieza de las elecciones en un país donde la corrupción está todavía muy extendida y que en buena medida vive aún bajo la resaca de la era de Slobodan Milosevic.

EN LA HAYA Nikolic es el vicepresidente del Partido Radical Serbio (SRS) cuyo líder, Vojislav Seselj, que dirigió una infame banda paramilitar en las guerras de Croacia y Bosnia, está siendo juzgado por crímenes de guerra en el Tribunal de La Haya.

Tadic, surgido de las filas de la oposición que derrocó a Slobodan Milosevic y conocido por su moderación y la búsqueda del consenso, cuenta con el apoyo de la UE que, en estas elecciones, se ha manifestado con mayor discreción que en otras, por el temor de Bruselas a que un respaldo demasiado explícito acabe perjudicándole. Pero en un claro intento de dar un espaldarazo a Tadic, la Comisión Europea acaba de anunciar que abrirá conversaciones con Belgrado para eliminar la exigencia de visados a los ciudadanos serbios.

La comunidad internacional ha tenido también cuidado de no forzar antes de estas elecciones la decisión sobre la independencia de Kosovo, que Occidente considera inevitable. Todos los partidos serbios se oponen a la secesión de esta provincia de mayoría albanesa.

Entre los candidatos están Velimir Ilic, que cuenta con el apoyo del primer ministro, Vojislav Kostunica, y Milutin Mrkonjic, del Partido Socialista.