Parecía un funeral. Los serbios entraban cabizbajos en el mítico monasterio de Gracanica en busca de respuestas y vaya si las encontraron. Una hora y media después, abandonaban el templo cantando canciones patrióticas y dispuestos a combatir por Kosovo. El primer día de independencia estuvo marcado por la tranquilidad en Pristina y los pueblos de mayoría albanesa, que tuvieron fiesta, y por la rebelión de los enclaves habitados por 120.000 serbios en Gracanica, Mitrovica y Strpce.

El artífice del milagroso cambio del estado de ánimo de los serbios de Gracanica fue un hombre bajito y enjuto, pero enérgico. El arzobispo ortodoxo, Artimije Radosavljevic, les invitó a luchar "con todas las fuerzas" para reconquistar "este trozo de Serbia", aunque no defendió el uso de las armas como había hecho en un artículo en el diario Glas Javnosti .

El líder religioso, constantemente vitoreado, dijo: "No aceptamos la independencia de los albaneses porque esto es Serbia y lo seguirá siendo mientras quede uno de vosotros esté aquí. Por eso pido que nadie se marche. La Iglesia no os va a dejar solos, va a encabezar la protesta".

El arzobispo Artimije alabó la actitud de Belgrado, que ha anunciado la construcción de 60 pisos y 70 casas en Gracanica para las personas más necesitadas, ya que el paro afecta a la mitad de la población de Kosovo. En todo momento, el monasterio estuvo rodeado por tanques y soldados de Suecia y un helicóptero sobrevoló el recinto.

Muchos de los asistentes lloraban y se abrazaban, mientras los más jóvenes saltaban y enarbolaban banderas serbias y pancartas contra EEUU y la UE, unas, y en favor de Rusia, otras. "Rusia no nos dejará en la estacada", señalaba una. Otra lamentaba: "Nos han robado un trozo de Serbia".

TENSION EN MITROVICA Gracanica vivió la protesta más emotiva, pero la más tensa y numerosa se registró en Mitrovica, bastión serbio, donde el domingo estalló una granada en una sede de la ONU, sin causar víctimas. Ayer hubo otra explosión y aparecieron otros tres artefactos sin detonar. Unas 6.000 personas desfilaron por la parte norte de la ciudad hasta el puente sobre el río Ibar que divide a la localidad. Varios exaltados quemaron banderas de EEUU, y prometieron paros cada día a las 12.44 horas en referencia a la resolución 1244 del Consejo de Seguridad de la ONU que, a su juicio, establece que Kosovo es Serbia.

Mientras, en Pristina, solo el Gobierno continuaba trabajando, ahora para conseguir el reconocimiento de los "países amigos". A primera hora de la mañana no había un alma en la calle y el ambiente era frío y fantasmagórico. Había vasos y botellas por todas partes, testigos de la resaca del día histórico. Al mediodía volvieron a escuchase bocinas y aparecieron de nuevo banderas albanesas y de EEUU.

MANIFESTACION EN BELGRADO Por otra parte, en Belgrado, 5.000 personas salieron a la calle para expresar su rechazo a la independencia de Kosovo. La mayoría de los manifestante eran estudiantes que protestaron de forma pacífica y que concluyeron su marcha en la mayor iglesia ortodoxa de Belgrado. También en Bosnia y Herzegovina, un millar de jóvenes salieron a la calle. La policía les impidió que se acercaran a la oficina de la embajada estadounidense.