El director del Servicio Postal (USPS) trató el viernes de calmar la ansiedad que se ha apoderado de parte del país ante las constantes arremetidas de Donald Trump contra el voto por correo y las propias dudas expresadas por el servicio sobre su capacidad para entregar a tiempo los millones de votos por carta que se emitirán en las próximas presidenciales de noviembre. Louis DeJoy aseguró que, hasta el próximo 3 de noviembre, el USPS priorizará los votos por correo sobre cualquier otro tipo de correspondencia para evitar que haya retrasos en el recuento de las papeletas. "Rebuscaremos en cada una de nuestras oficinas postales de aquí hasta el día de las elecciones", aseguró durante una comparecencia en el Congreso, en la que se mostró "muy confiado" en que los comicios no se verán perturbados.

La polémica ha sido uno de los temas más recurrentes en la Convención Nacional Demócrata, donde sus cargos electos han acusado a DeJoy de haberse confabulado con Trump para negar a millones de estadounidenses el derecho al voto. Pero todo parece indicar que la presión está funcionando. El director de Correos, que fue uno de los grandes donantes de la campaña del presidente en el 2016, anunció hace unos días la paralización temporal de las medidas de recorte de gasto que anunció en julio, medidas que incluían la eliminación de cientos de máquinas que procesan las cartas de manera automatizada o la prohibición de las horas extras para sus carteros.

El anuncio es importante porque el servicio acumula retrasos significativos, una dinámica que estaba llamada a acelerarse ante los cerca de 80 millones de estadounidenses que podrían votar en estas elecciones del covid-19 por correo, casi el doble que hace cuatro años. DeJoy también dijo que el Servicio Postal, que arrastra una deuda estratosférica, no necesita de forma inmediata un rescate financiero del Congreso.