Los servicios secretos rusos desarticularon ayer en Moscú una célula de la organización radical islamista Hizb Ut Tahrir (Partido Islámico de Salvación), que estaba preparando "varios atentados", según confirmó el portavoz del Servicio Federal de Seguridad (FSB, antiguo KGB), Serguei Ignatchenko. Los agentes del FSB y la policía detuvieron a 121 personas, de las cuales 55 han sido calificadas como "miembros activos" de la organización. Los islamistas escondían material explosivo y granadas en una fábrica de la capital rusa.