Desafiando la ola de críticas internacionales y la condena del Consejo de Seguridad de la ONU, plasmada en la resolución aprobada el miércoles, Israel expandió ayer sus operaciones militares en Rafah, en el sur de la franja de Gaza. La jornada se saldó con otras nueve víctimas palestinas en esa localidad --incluido un niño de tres años--, a las que se sumaron otros tres palestinos muertos en incidentes en Cisjordania.

Según fuentes palestinas, uno de los fallecidos ayer en Rafah fue el líder local de Hamás, Jalid Abú Anza, de 37 años de edad, que murió a consecuencia de los disparos efectuados desde un helicóptero israelí, justo antes del amanecer. Su cuerpo fue encontrado por la tarde.

Mientras, un alto responsable israelí se declaró ayer "decepcionado" porque EEUU no hubiera vetado en esta ocasión la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU condenatoria para Israel. "La posición estadounidense es decepcionante pero la esperábamos", señaló este responsable, que pidió el anonimato.

TANQUES Y AMBULANCIAS El campo de refugiados de Rafah, donde en la tarde de ayer penetraron una cuarentena de tanques israelís, continúa sitiado y sin suministro de electricidad ni agua potable. Antes de romper el día, una fila de ambulancias esperaban su turno en la entrada con las luces rojas encendidas, dispuestas para intentar llegar, en un pulso contra la muerte, a todos los lugares donde cayeran las víctimas y evacuarlas lo más rápidamente posible. Los presagios se cumplieron.

De madrugada, cinco palestinos murieron en dos acciones distintas, tres de ellos tras ser alcanzados por un misil lanzado por un helicóptero Apache, y otros dos, por un tanque, en los barrios de Brazil y As Salam, respectivamente, hacia donde se expandió la operación Arco Iris sobre las Nubes. Estos barrios se encuentran situados a lo largo del corredor Filadelfia, bajo el cual se excavan los túneles que constituyen el pretexto con el que el Ejército israelí inició la operación hace tres días.

El Ejército continuó con las tareas de demolición y derribó ayer tres edificios, provocando de nuevo la huida de familias enteras. Al producirse uno de esos derribos, realizado con dinamita, murió el niño de tres años, al parecer a consecuencia del susto que sufrió al oír la explosión. Durante el día, los enfrentamientos entre el Ejército israelí y los milicianos continuaron en la zona, sobre todo en el barrio de Tel al Sultán --hacia donde se dirigía el miércoles la manifestación atacada con un misil--, donde dos milicianos fueron abatidos por francotiradores israelís.

CISJORDANIA La violencia se extendió ayer a Cisjordania, donde decenas de militantes fueron detenidos en Yenín. En las inmediaciones de Hebrón, un adolescente de tan sólo 12 años de edad fue abatido a tiros mientras tiraba piedras a los soldados israelís. En Qalkiria y en Tulkarem, dos activistas murieron en enfrentamientos separados con el Ejército israelí.