Ariel Sharon ya tiene Gobierno. Si nada se tuerce, está previsto que el primer ministro israelí presente el jueves ante la Kneset su nuevo Ejecutivo de coalición que forman el Likud, el partido populista laico Shinui (Cambio, en hebreo) y la formación que defiende los intereses de los colonos, el Partido Nacional Religioso (PNR). Tras el acuerdo del domingo con el PNR, ayer el Shinui firmó el pacto de coalición. Con estos dos partidos, Sharon tiene una exigua mayoría de 61 diputados sobre 120, aunque pretende incorporar a más partidos.

Pese a sus promesas durante la campaña electoral, la firmeza del Partido Laborista en su decisión de mantenerse en la oposición ha provocado que Sharon haya pactado con un partido de ultraderecha como es el PNR. El precio cobrado por el partido de los colonos es de dos ministerios: Bienestar --que reúne Trabajo y Asuntos Sociales-- y, sobre todo, el de Vivienda. Para los palestinos, que un miembro del PNR ostente esta cartera es como poner al zorro a vigilar las gallinas.

El Shinui logra cinco ministerios: Justicia, Interior, Infraestructuras, Medio Ambiente y Ciencia. Su líder, Tommy Lapid, formará parte del Gabinete de crisis de Sharon. Gobierno derechista, pues, ya que el populismo laico del Shinui encaja como un guante con las políticas de Sharon.

Entre hoy y mañana el nuevo Gobierno puede girar aún más a la derecha si fructifican las negociaciones con los ultraderechistas de Unión Nacional.