Abdelaziz al Hakim, líder del principal partido shií, proclamó ayer su "abrumadora victoria" en las elecciones legislativas celebradas en Irak, mientras el presidente interino iraquí, Gazi al Yauar, dijo que sería una "total insensatez" plantear a corto plazo la retirada de las tropas extranjeras del país. Las palabras del dirigente de la alianza shií se produjeron pocas horas antes de que un grupo insurgente emitiera un comunicado en el que afirma tener en su poder a un soldado estadounidense, al que amenaza con decapitar en 72 horas si no son liberados los presos encarcelados en Irak.

En opinión de Al Yauar, uno de los pocos líderes sunís que presentó su candidatura en las elecciones del pasado domingo, la salida de las tropas extranjeras sólo sería posible en un Irak donde existiera más seguridad, sin la amenaza constante de los grupos armados. El presidente iraquí, no obstante, no descartó plantear para final de año una reducción parcial de la fuerza multinacional que hay en Irak.

A pesar de la oleada de atentados que acabaron con la vida de más de 40 personas el día de las elecciones, las autoridades iraquís estiman que el blindaje del país evitó un baño de sangre aún mayor. Lo que preocupa ahora, después de que ayer se levantasen gran parte de las medidas preventivas, como el cierre del aeropuerto de Bagdad y las fronteras, es que se reactiven las acciones armadas de los rebeldes.

Uno de ellos, que responde al nombre de Escuadrones de los Muyahidines de Irak, colgó en internet un comunicado en el que aparece la foto de un soldado estadounidense sentado, frente a una bandera negra y con un arma apuntándole en la cabeza. El comunicado, que no ha podido ser autentificado, denomina al rehén como John Adam.

NUEVAS AMENAZAS Los rebeldes dicen que lo capturaron después de matar a varios de "sus camaradas". Otro grupo, los denominados Batallones de la Guerra Santa en Irak, vinculado al terrorista jordano Abú Musab al Zarqaui, reivindicó ayer también el secuestro de cuatro guardias nacionales el día de las elecciones.

Al margen de la violencia, los líderes de la alianza shií se proclamaron vencedores de los comicios y se unieron ayer al llamamiento de unidad nacional que lanzó el lunes el primer ministro Iyad Alaui. El clérigo Abdelaziz al Hakim, líder de la Asamblea Suprema para la Revolución Islámica en Irak (ASRII), el principal partido shií de Irak, proclamó a la agencia Reuters su "abrumadora victoria" en las elecciones y dijo que la coalición que él encabeza cuenta con los sunís para redactar la nueva Constitución y asumir responsabilidades en órganos políticos.