Persisten el terror y las represalias, el círculo infernal que Sharon aprieta hasta el estrangulamiento pese a las reconvenciones de su amigo Bush, juez y parte en un conflicto que constituye un desafío permanente para el poder de EEUU. Ninguna modificación sustancial en la agonía palestina desde la tregua que comenzó el 29 de junio. Aislado y humillado Arafat, cabe preguntarse si los halcones israelís, molestos con las aparentes concesiones, preparan ya el relevo de Abu Mazen, el primer ministro palestino que patrocinaron, pero al que niegan los medios para afianzar el apaciguamiento.