Siete personas, entre ellos cuatro policías, murieron hoy en un ataque de la insurgencia contra una estación de alta tensión en la ciudad de Pesháwar, en el noroeste de Pakistán, informaron a Efe fuentes oficiales.

El ataque tuvo lugar pasada la medianoche local cuando los insurgentes atacaron la instalación de una compañía pública de electricidad con cohetes que acabaron con las vidas de un policía y un operario de la planta de alta tensión.

"Luego los militantes (nombre que dan habitualmente las autoridades a los miembros de la insurgencia talibán) secuestraron a varios operarios y agentes que vigilaban el complejo", aseguró un miembro de la Policía de Pesháwar, Asghar Khan.

Aunque al principio se creyó que había cuatro secuestrados, un investigador de la Policía dijo a Efe que los cadáveres tiroteados de tres policías y dos operarios fueron hallados unas cuatro horas después del ataque a la planta, situada en la zona de Badberh.

Pesháwar es la capital de la conflictiva provincia de Khyber-Pakhtunkhwa, que limita con las volátiles áreas tribales paquistaníes, fronterizas con Afganistán, y es escenario de continuos incidentes violentos a cargo de la insurgencia talibán

El cinturón tribal, compuesto por siete zonas, nunca ha estado bajo completo control del Estado de Pakistán, y sirve de refugio a facciones talibanes, grupos yihadistas y militantes de la red Al Qaeda.