Al menos siete personas, entre ellas cuatro soldados iraquíes, murieron hoy y otras quince resultaron heridas en distintos ataques en Irak, informaron fuentes del Ministerio del Interior. Las fuentes explicaron a Efe que tres soldados fallecieron por el estallido de un artefacto explosivo al paso de su patrulla por el pueblo de Tal Jadiya, al suroeste de la ciudad de Kirkuk, 250 kilómetros al norte de la capital. En otro ataque, un militar perdió la vida y otras seis personas, entre ellas un soldado y un policía, resultaron heridas por la explosión de un coche bomba conducido por un suicida cerca de un puesto de control en la zona de 17 Tamuz, al oeste de Mosul, 400 kilómetros al norte de Bagdad. El atentado causó, asimismo, abundantes daños en los coches y edificios de la zona. En la provincia de Diyala, al noreste de Bagdad, un responsable de la administración local del pueblo de Al Mahata murió por los disparos de hombres armados que viajaban en un automóvil, cuando la víctima se encontraba cerca de su casa. En un ataque parecido, el dueño de un restaurante falleció tiroteado al este de la ciudad de Al Miqdadiya, 120 kilómetros al noreste de Bagdad. Además, en el centro de la capital iraquí, una persona murió y otras cuatro resultaron heridas por la explosión de una bomba cerca de la plaza de Al Waziq. Otras cinco personas resultaron heridas por el estallido de una bomba cerca de la Facultad de Enseñanza, de la Universidad de Bagdad, en la zona de Al Azamiya, al norte de la capital. Por otro lado, la Policía mató anoche a cuatro insurgentes y detuvo a otros cuatro en una redada en la zona de Abu Ghreib, 25 kilómetros al oeste de Bagdad. La ofensiva se registró después de que las fuerzas de seguridad recibieran informaciones de inteligencia sobre ataques que iban a lanzar estos insurgentes. La Policía se incautó, asimismo, de gran cantidad de armas que almacenaban los supuestos rebeldes.