No es la primera vez que Dan Rather, el icono de la televisión de EEUU por excelencia, entrevista a Sadam. Ya lo hizo en los días previos a la guerra del Golfo. No es la primera vez tampoco que Rather convierte en noticia sus propias entrevistas o intervenciones informativas. Su historial profesional está caracterizado por una larga lista de momentos de gloria: estuvo en Dallas cuando mataron a Kennedy, se enfrentó a Nixon, a Bush padre, lloró cuando estalló el ´Challenger´...Cuando sustituyó a

Walter Conkrite, el legendario presentador le dijo que hiciera justicia a su silla de ´anchorman´. Rather cogió la silla en cuestión, la sacó del plató y en su lugar colocó otra. Su propia silla.Desde entonces sus intervenciones se han centrado en dos coordenadas muy definidas: la primera, no faltar nunca a la verdad. La segunda, conceder siempre voz a las dos partes implicadas en la disputa.

Sadam le ha vuelto a dar su única entrevista y no se ha equivocado.