El primer ministro italiano y presidente de turno de la UE, Silvio Berlusconi, parece no estar dispuesto a enterrar la polémica que desató el miércoles en el Parlamento Europeo, cuando comparó al eurodiputado alemán Martin Schulz con un kapo de un campo de concentración nazi. Berlusconi manifestó ayer que no había pedido disculpas al canciller alemán, Gerhard Schröder.

"Ayer no pedí ninguna disculpa por el caso Schulz , sólo subrayé que yo había sido ofendido por las graves palabras dirigidas no sólo contra mí, sino contra mi país, descrito como un lugar donde no existe la democracia y donde hay un régimen totalitario", afirmó el mandatario italiano al término de la tradicional reunión de la Comisión Europea con el Gobierno que asume la presidencia semestral.

Schröder dio por cerrado el conflicto el miércoles, al señalar que Berlusconi le había expresado su "pesar por la elección de las palabras y el concepto" utilizado. Berlusconi precisó ayer que sólo expresó su "pesar" por el hecho de que "un comentario irónico" hubiera sido "mal interpretado" y lamentó que "alguien se hubiese ofendido por la broma". A su lado, el presidente de la Comisión, Romano Prodi, guardó silencio y mantuvo una actitud tensa.

El dirigente italiano explicó que, en su comentario sobre Schulz, se inspiró en la serie televisiva norteamericana Los héroes de Hogan , una comedia de finales de los años 60 sobre la segunda guerra mundial.

En la citada serie, había un personaje denominado el sargento Schultz, un guardia alemán de un campo nazi, bastante idiota y al que los prisioneros tomaban el pelo. "Ese Schultz era un buenazo al que le hacían de todo", señaló Berlusconi. Los héroes de Hogan fue emitida en Italia por uno de los canales de televisión de Berlusconi

Si el líder italiano volvió ayer a hundir el cuchillo en la herida, su homólogo alemán dio muestras de estar dispuesto a toda costa a dar por cerrado el incidente. Un portavoz de Schröder afirmó ayer, después de que Berlusconi negara haber pedido excusas, que el Gobierno alemán "no tiene nada que añadir". "Berlusconi expresó claramente y sin equívocos su pesar, y sólo puede interpretarse como pedir excusas", señaló el portavoz.

Por otra parte, Berlusconi y Prodi destacaron como factor clave de su reunión que el proyecto de Constitución quedará ultimado antes de diciembre.