Villepin no negoció el CPE con los sindicatos --como es habitual con una ley de este tipo-- y optó por echar mano de una cláusula especial del código parlamentario para saltarse el debate. La ley no entrará en vigor hasta que la firme el presidente, Jacques Chirac, y aparezca en el Boletín Oficial del Estado. Pero la oposición ha pedido el pronunciamiento de la Corte Constitucional y también habrá que esperar ese dictamen. Si las presiones convencen al Gobierno de cambiar la ley, las modificaciones sí deberán ser debatidas en el Parlamento. Si el Gobierno decide tirar la toalla, no tendrá que retirar la ley; bastará con que no la publique en el Boletín Oficial.