Desde la desintegración de la URSS, EEUU nunca ocultó su oposición a una independencia militar de la UE. La controversia retorna porque Francia, Gran Bretaña y Alemania parecen haber llegado a un acuerdo de mínimos para crear un organismo de planificación operacional autónomo de la OTAN. El secretario de Estado, Colin Powell, eludió la polémica en Bruselas y se mostró conciliador, quizá porque pretende utilizar la Alianza para salir del atolladero económico y estratégico de Irak en año electoral.

Londres, París y Berlín no desvelan sus planes por temor a provocar una tormenta demoledora sobre una OTAN dividida entre Washington y la muy limitada autonomía europea ideada por Francia. La Europa de la defensa, propuesta por De Gaulle, choca con el escollo insalvable de la hostilidad de Londres. Y la ambición francesa combinada con el pacifismo alemán no es un proyecto creíble sin apoyo británico.

*Periodista e historiador.