El duelo electoral Bush-Kerry está marcando hitos históricos. La encarnizada confrontación actual y los antecedentes del espectacular empate del 2000 quizá están comenzando a cambiar algunas cosas en los Estados Unidos. Como otras muchas instituciones, los comicios norteamericanos se basaban hasta ahora en unas reglas no siempre escritas y basadas en el fair play. Ahora, los fallos en la votación electrónica de Florida y el toque a rebato de los republicanos en Ohio están confluyendo en un iceberg de suspicacias que pretenden solucionarse mediante controles no institucionales de las mesas electorales. Pero el sistema norteamericano es demasiado sui generis y complejo, y parece difícil improvisar inspecciones eficaces condado a condado, como si se tratara de una joven democracia emergente.

De momento, el choque más fuerte se reduce a un puñado de estados, pero la posibilidad de dos empates sucesivos evidenciarían que algo está fallando en el sistema.

*Profesor de Historia.