Cuatro meses después de las elecciones legislativas del pasado 7 de marzo, Irak aún no ha podido formar Gobierno. Tanto el exprimer ministro Ayad Alaui, cuya coalición venció en los comicios, como el jefe de Gobierno saliente, Nuri al Maliki, cuya lista se ha aliado con la tercera fuerza --lo que le sitúa a las puertas de la mayoría absoluta-- creen que tienen prioridad para formar Ejecutivo.

La semana pasada expiró el mandato del Consejo Presidencial, que tuvo que ser prorrogado. El Tribunal Federal de Irak dictaminó que sigue vigente el Consejo presidencial --integrado por el jefe del Estado en funciones, el kurdo Yalal Talabani, y los vicepresidentes suní, Tarek al Hashemi, y chií, Adel Abdel Mahdi-- hasta que sea elegido un nuevo presidente de la República. El mandato del Consejo finalizó un mes después de la primera sesión del Parlamento. La segunda sesión parlamentaria, que debería haberse celebrado ya, fue retrasada hasta la semana próxima.

Mientras, Maliki y Alaui siguen disputándose el derecho constitucional a formar Gobierno. La coalición de Alaui, Al Iraquiya, venció con 91 de los 325 escaños de la Cámara, seguida de la alianza Estado de Derecho, de Maliki, con 89. Maliki ha forjado una alianza con la agrupación que quedó tercera, la Alianza Nacional Iraquí, de tal forma que juntas suman 159 legisladores, cuatro por debajo de la mayoría absoluta.