Visto lo visto no parece que la idea que Bush tiene de un Estado palestino sea la misma que la de los interesados. Bush y su aliado Sharon quieren un Estado descafeinado --sin Ejército, por ejemplo-- y con unas fronteras que no se adecuan a las resoluciones de la ONU. También una dirección palestina que se avenga a su dibujo regional, en el que un Hamas con fuerte respaldo en las urnas sería un borrón. Arafat es historia. Bush y Sharon tendrán que serlo para que un Estado palestino sin matices sea un derecho, no una concesión.

*Periodista.