En la estrategia de los grupos terroristas, el objetivo de un atentado no se escoge porque sí. Se busca un fin y una rentabilidad política, y por ello, los ataques contra blancos turísticos suelen ir dirigidos a forzar negociaciones con el Gobierno egipcio. Matar turistas porque sí, por escenificar el odio contra la industria del ocio de los occidentales, podía tener una cierta lógica en Bali, Indonesia, hace casi cuatro años. Pero en este 2006, Al Qaeda no demuestra mucha capacidad operativa lanzando ataques como los de Egipto si no busca algo concreto.

*Profesor universitario de

Historia Contemporánea.