Los sindicatos alemanes, aliados tradicionales del Partido Socialdemócrata Alemán (SPD), entraron ayer en abierta confrontación con el Gobierno del canciller, Gerhard Schröder, empeñado en modificar radicalmente el Estado del bienestar para remontar la economía del país. El poderoso sindicato del metal (IG Metall) y la central de los sectores públicos y de servicios, que suman unos cinco millones y medio de afiliados, anunciaron una protesta masiva contra las reformas para el próximo día 24.

Schröder advirtió a los sindicatos de que se abstengan de convocar "actos hostiles". La protesta fue tachada de provocación por el SPD, ya que tendrá lugar un día antes de las elecciones regionales en el estado de Bremen, en el norte del país. Por su parte, la Confederación de Sindicatos Alemanes (DGB) presentó su propio programa de reformas.