Miembro del Sinn Féin desde la adolescencia, Gerry Adams, de 59 años, siempre ha negado haber formado parte del IRA. El hombre que es hoy la voz y el rostro mundialmente reconocidos del movimiento republicano irlandés empezó a participar en la década de los 80 en los primeros contactos políticos que, con el tiempo, desembocaron en las negociaciones del proceso de paz. Su carrera pudo haber terminado en 1984, cuando fue víctima de un atentado por parte de una banda lealista, que le dejó mal herido. Junto al jefe negociador Martin McGuinness, Adams ha tenido que convencer a sus correligionarios de los beneficios de abandonar la lucha armada, una estrategia que les ha dado buenos dividendos. El Sinn Féin tiene representantes en los parlamentos de Dublín y Westminster y en la Asamblea y el futuro Ejecutivo de Belfast. Su próximo objetivo es formar parte de un posible gobierno de coalición en la República irlandesa, cuando se celebren elecciones antes del verano.